domingo, 10 de agosto de 2014

Pastillas, disfunción eréctil y consejos de Internet

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Sin duda, Internet nos permite conectarnos con el mundo, nos pone al alcance una cantidad ilimitada de información y, nos posibilita compartir nuestras dudas e inquietudes. Esto es fenomenal, sin embargo, hay datos que demuestran que algunos consejos de la red no deberían seguirse; por ejemplo: leo en un estudio clínico, que el 50% de los hombres que toman comprimidos para la disfunción eréctil, parten sus pastillas. ¿Aconsejados por el médico? No… Aconsejados por sus amigos y, en muchos casos, por lo que han leído o les han aconsejado a través de Internet. Este hecho se relaciona, además, con una cierta reticencia masculina a acudir al médico, a  reconocer y a tratar sus problemas de salud.

La red es, muchas veces, un primer paso para acercarnos a algunos temas médicos, en especial para aquellos problemas más difíciles de comentar abiertamente. El anonimato, la facilidad de encontrar personas con problemáticas afines, nos abre muchas posibilidades. Sin embargo, es fundamental comprobar que las páginas que consultamos tengan detrás una fuente científica, y cuenten con un aval médico. Y lo que es más importante: debemos contrastar, siempre, estos datos y consejos con nuestro médico, que es quien conoce verdaderamente nuestro historial y problemática.

Más barato pero menos eficaz
La razón de fondo de esta práctica del “splitting”, o partición de pastilla, es, el abaratamiento del coste por relación sexual. Es sabido que se produce especialmente con los comprimidos de mayor dosis. Sin embargo, es un problema y  una mala praxis o práctica, ya que muchos de estos comprimidos no están preparados para ser partidos, por lo que difícilmente controlaremos la dosis que tomamos y que nos recomendó nuestro médico. Además, nadie nos asegura que mantengamos la “galénica” del comprimido, con lo que la distribución de los componentes puede ser desigual en las diferentes partes del comprimido.

La disfunción eréctil es, una patología que además suele ir asociada a otras enfermedades como la obesidad, la hipertensión, la diabetes, etc. Es fundamental ponernos en manos expertas, en manos del  doctor, para que nos haga un seguimiento integral de nuestra salud. La impotencia coital es, un aviso, un síntoma de alerta que nos orienta  sobre los posibles desarreglos de nuestro organismo.


La posología de la medicación, la cantidad del producto a tomar, son pautas que debe recomendar nuestro médico. Sin duda, nuestros vecinos, amigos, familiares e internautas, nos aportarán muchos consejos, pero debemos actuar siempre según la pauta recomendada por nuestro galeno. Y por supuesto, nunca adquirir productos comprados directamente por Internet, pues estamos asumiendo unos serios riesgos para nuestra salud, ya que estas empresas “piratas” no nos garantizan la procedencia, ni la dosis, ni la seguridad, ni la eficacia del fármaco adquirido.

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