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Sin
duda, Internet nos permite conectarnos con el mundo, nos pone al alcance una
cantidad ilimitada de información y, nos posibilita compartir nuestras dudas e
inquietudes. Esto es fenomenal, sin embargo, hay datos que demuestran que
algunos consejos de la red no deberían seguirse; por ejemplo: leo en un estudio
clínico, que el 50% de los hombres que toman comprimidos para la disfunción
eréctil, parten sus pastillas. ¿Aconsejados por el médico? No… Aconsejados por
sus amigos y, en muchos casos, por lo que han leído o les han aconsejado a
través de Internet. Este hecho se relaciona, además, con una cierta reticencia
masculina a acudir al médico, a reconocer
y a tratar sus problemas de salud.
La
red es, muchas veces, un primer paso para acercarnos a algunos temas médicos,
en especial para aquellos problemas más difíciles de comentar abiertamente. El
anonimato, la facilidad de encontrar personas con problemáticas afines, nos
abre muchas posibilidades. Sin embargo, es fundamental comprobar que las
páginas que consultamos tengan detrás una fuente científica, y cuenten con un
aval médico. Y lo que es más importante: debemos contrastar, siempre, estos
datos y consejos con nuestro médico, que es quien conoce verdaderamente nuestro
historial y problemática.
Más barato pero menos eficaz
La
razón de fondo de esta práctica del “splitting”, o partición de pastilla, es, el
abaratamiento del coste por relación sexual. Es sabido que se produce
especialmente con los comprimidos de mayor dosis. Sin embargo, es un problema
y una mala praxis o práctica, ya que
muchos de estos comprimidos no están preparados para ser partidos, por lo que
difícilmente controlaremos la dosis que tomamos y que nos recomendó nuestro
médico. Además, nadie nos asegura que mantengamos la “galénica” del comprimido,
con lo que la distribución de los componentes puede ser desigual en las
diferentes partes del comprimido.
La
disfunción eréctil es, una patología que además suele ir asociada a otras enfermedades
como la obesidad, la hipertensión, la diabetes, etc. Es fundamental ponernos en
manos expertas, en manos del doctor,
para que nos haga un seguimiento integral de nuestra salud. La impotencia
coital es, un aviso, un síntoma de alerta que nos orienta sobre los posibles desarreglos de nuestro
organismo.
La
posología de la medicación, la cantidad del producto a tomar, son pautas que
debe recomendar nuestro médico. Sin duda, nuestros vecinos, amigos, familiares
e internautas, nos aportarán muchos consejos, pero debemos actuar siempre según
la pauta recomendada por nuestro galeno. Y por supuesto, nunca adquirir
productos comprados directamente por Internet, pues estamos asumiendo unos
serios riesgos para nuestra salud, ya que estas empresas “piratas” no nos
garantizan la procedencia, ni la dosis, ni la seguridad, ni la eficacia del
fármaco adquirido.
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