jueves, 6 de agosto de 2015

La función sexual del varón y el suelo pélvico


El suelo pélvico en la esfera sexual 


Todas las condiciones que se relacionan con una disfunción del suelo pélvico como el dolor pélvico crónico, los prolapsos o los síntomas urinarios obstructivos bajos se pueden correlacionar con disfunciones sexuales.

La rehabilitación del suelo pélvico ante…

La implicación del suelo pélvico tanto en la esfera sexual debe ser investigada porque existe “un rol potencial en la rehabilitación”; así, al rehabilitar esta zona se produce “una mejoría” en los campos de los cuestionarios relacionados con la sexualidad.

La eyaculación precoz

Durante las dos fases del proceso de eyaculación, micción (donde el eyaculado llega al utrículo) y expulsión (desde la próstata hasta el meato uretral) se producen contracciones visibles de dos músculos que se encuentran en el suelo pélvico: el bulbocavernoso y el isquiocavernoso.
Por ello, para mejorar esta disfunción eyaculatoria, la más común entre los desórdenes sexuales masculinos, se utilizan los ejercicios de Kegel. Una práctica cuyo objetivo es fortalecer los músculos pélvicos y que consigue resultados “bastante exitosos” a modo de distractor de momento eyaculatorio.

La eyaculación no se retrasa porque es un reflejo, lo que en realidad sucede es que la fisioterapia del suelo pélvico permite “un pequeño control voluntario” de la aparición del momento eyaculatorio. Pero básicamente no hay nada que relacione patologías del suelo pélvico con la eyaculación precoz.

La disfunción eréctil

Dentro del proceso de la erección del pene intervienen los músculos que se encuentran dentro del suelo pélvico (bulbocavernoso e isquiocavernoso), que a su vez tienen un papel importante en la rigidez del mismo, apunta la uróloga.

Lo que se ha demostrado es que ambos músculos forman parte de “la fisiología de la erección”, pero se desconoce si están asociados a la patología de la disfunción eréctil. Por tanto, la rehabilitación del suelo pélvico como tratamiento de la disfunción eréctil no está indicada, ya que no está claro si rehabilitar estos músculos mejora la función eréctil porque no tendrían que ver con su fisiopatología.

La eyaculodinia

Se trata de una disfunción que produce dolor durante la eyaculación. En este caso, sí se cree que la hipertonía del suelo pélvico tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la patología y en la aparición de la disfunción  sexual. En este caso, se produce una especie de círculo vicioso, donde el dolor del suelo pélvico produce hipertonía y a su vez, ésta causa dolor. Por ello, al tratar la tensión muscular del suelo pélvico, mejora la esfera sexual.

Síndrome de dolor pélvico crónico

Este síndrome es un trastorno doloroso que genera un impacto en la función sexual del hombre. Se suele dar en pacientes alrededor de los 45 años y afecta a la fase de la eyaculación, lo que muchas veces, también provoca la alteración del orgasmo porque aunque son dos procesos fisiológicos distintos, “vienen sincronizados”.

Más del 85% de los pacientes con dolor crónico tienen disfunciones sexuales que van desde el dolor eyaculatorio, hasta la disminución del deseo sexual  pasando por disfunción eréctil asociada o alguna disfunción eyaculatoria secundaria al mismo; éstas son consecuencias del dolor y no de una disfunción en el suelo pélvico.

La rehabilitación del suelo pélvico en este síndrome se asocia a una mejora importante del dolor, que a su vez,  mejora los problemas asociados citados anteriormente, y por tanto, la función sexual.