miércoles, 11 de mayo de 2016

Disfunción sexual femenina

De la misma manera que los hombres, las mujeres pueden tener dificultades en el ámbito sexual con sus parejas. Los últimos datos revelan que aproximadamente el 33% de las mujeres de entre 18 y 59 años y en el 45% de las mujeres tras la menopausia pueden presentar disfunción sexual.
 
Todavía hay más hombres que mujeres que acuden a la consulta del especialista por problemas sexuales. Aunque existe una alta incidencia de disfunciones sexuales solamente un 10% solicita ayuda médica o psicológica y de este 10%, las mujeres representan sólo el 25%. El problema de la disfunción sexual femenina (DSF), apenas conocida e investigada hasta ahora, está cambiando de tercio. Pese a todo, los últimos datos recogidos señalan que aproximadamente el 40% de ellas sufre estos problemas en silencio.

Motivos psicológicos

Estudios recientes califican en un 33% las mujeres de entre 18 y 59 años que sufren disminución de deseo sexual y el origen, revelan, puede ser psicológico, hormonal o ambos. Así con la perimenopausia, muchas mujeres experimentan cambios relacionados con la falta de lubricación, disminución de sensibilidad o dolor durante el coito .

Además, el trastorno del deseo sexual hipoactivo acarrea en la mujer más ansiedad que los trastornos relacionados únicamente con el orgasmo. Los expertos señalan que la relación de las alteraciones hormonales con la DSF es muy significativa ya que determinan el deseo sexual. Los cambios sobrevenidos con la perimenopausia o durante la menopausia, a veces, si se trata de una disfunción biológica, pueden tratarse farmacológicamente. En esta época, muchas mujeres experimentan cambios relacionados con la falta de lubricación, disminución de sensibilidad o dolor durante el coito.
 Aunque las hormonas no se llevan el protagonismo exclusivo; los datos recogidos por los expertos también revelan que en la pérdida de deseo influyen factores psicológicos, tanto individuales como de pareja. Entre los individuales: estados depresivos, ansiedad y angustia; entre los de pareja: sentimiento de obligación ante el sexo, la saturación sexual, la preocupación de los hombres de estar a la altura y la frustración orgásmica en la mujer, la diferente evolución de los códigos sexuales con los años o los conflictos de pareja.

Fumar y sexo, mala combinación

Fumar provoca, aparte de entidades tradicionalmente masculinas como cáncer de pulmón y patologías cardiovasculares, arteriosclerosis. Este engrosamiento y endurecimiento de la pared de las arterias provoca, a su vez, una disminución del riego sanguíneo que se traduce en más riesgo de sequedad vaginal y atrofia vaginal.

De la misma forma, fumar avanza la edad de la menopausia y provoca una reducción del nivel de estrógenos que agravan la falta de deseo sexual en la mujer o trastorno del deseo sexual hipoactivo. La falta de deseo sexual es una de las patologías sexuales más habituales. Y las que más empeoran la calidad de vida. Los especialistas reunidos han apuntado que existe una importante correlación entre los síntomas premenstruales y los de abstinencia nicotínica.

El efecto que tiene la nicotina sobre el peso y el control del apetito y la falta de conciencia sobre los riesgos de esta adicción dificulta la decisión de abandonar el hábito tabáquico. Ellas, con mayor adicción que los varones, presentan mayores síntomas del síndrome de abstinencia al dejar de fumar debido a que fuman por la sensación de alivio que relatan frente a presiones psicológicas y de estrés. 

Algunas consideraciones sobre la próstata

La próstata es una glándula masculina situada debajo de la vejiga que recubre la uretra (conducto que comunica la vejiga con el exterior). Tiene el tamaño aproximado de una almendra, produce gran parte del líquido que se expulsa con la eyaculación y por ella circula la orina y el semen.

La próstata se contrae durante el orgasmo y durante la eyaculación descarga en la uretra el líquido prostático que se vierte al exterior junto con los espermatozoides producidos en los testículos y otros fluidos procedentes de distintas glándulas. Este órgano no juega ningún papel en el mecanismo de la erección del pene, pero tiene relación directa con los nervios implicados en ella.

A partir de los 40 años, el hombre puede tener problemas prostáticos; a los 50 años más de la mitad presentan síntomas y por encima de los 80 años afectan al 90%. La causa más frecuente de estos problemas es el adenoma de próstata, también conocida como hipertrofia benigna de próstata o tumor benigno, que provoca agrandamiento de dicho órgano y dificultad para orinar, a menudo muy severa.

La aparición del tumor no guarda relación con la frecuencia sexual que un hombre haya tenido a lo largo de su vida, mucha o poca, y su presencia tampoco condiciona la actividad sexual, aunque es posible que las molestias que provoca (dolor o dificultad al orinar), disuadan de cualquier intento sexual. No obstante, la capacidad eréctil no se ve directamente afectada por el agrandamiento de la próstata.

El cáncer de próstata es el tercer tumor por orden de frecuencia en el hombre después del cáncer de pulmón y del de colon-recto (Ministerio de Sanidad, periodo 1997-2000) y suele aparecer después de los 50 años. Se puede diagnosticar con precocidad mediante la realización de pruebas analíticas (determinación del PSA o antígeno prostático específico), Ecografía y  tacto rectal.

En los adenomas (hiperplasia benigna de próstata) severos que obstruyen el conducto urinario y no responden al tratamiento médico, y en los cánceres de próstata, puede ser necesaria la cirugía. Ésta puede tener como secuela una disfunción eréctil, lo que depende en esencia del tipo de intervención realizada. Si consiste en la extirpación radical de la próstata (prostatectomía total) que se suele realizar ante un cáncer generalmente muy avanzado, la sección de los nervios pudendos responsables de la erección provoca una disfunción eréctil prácticamente segura. Si, por el contrario, como suele ser cada vez más habitual, se realiza una resección parcial, ya sea vía abdominal o a través de la uretra, el riesgo de impotencia tras la intervención es mínimo. De ahí la importancia de estar bien informado por el urólogo sobre el tipo de cirugía a realizar así como de la conveniencia de una u otra.
Después de cualquier intervención quirúrgica sobre la zona genital es frecuente que se produzca un fuerte impacto psicológico y ello puede acarrear trastornos sexuales de causa emocional como problemas de deseo, disfunción eréctil o insatisfacción sexual.

En ocasiones, con la toma de algunos medicamentos, en pacientes con diabetes y operados de próstata se produce eyaculación retrógrada, denominada así porque durante la eyaculación, el semen pasa a la vejiga en lugar de salir por la uretra; en el momento del orgasmo no se expulsa semen al exterior y se elimina después con la orina. Si la eyaculación retrógrada es debida a medicamentos, su suspensión suele restaurar la eyaculación normal, pero si es causada por cirugía prostática o diabetes no se suele corregir. La sensación de experimentar un "orgasmo seco" provoca con frecuencia un fuerte impacto psicológico tanto en el hombre como en su pareja. Tan inesperado proceso suele generar pensamientos negativos acerca de la capacidad sexual e inducir trastornos severos. Es importante saber que su origen está en una anomalía en el cierre del cuello vesical y no representa disfunción sexual alguna, por lo que no debe ser motivo para abandonar unas relaciones sexuales que resultaban satisfactorias.

jueves, 5 de mayo de 2016

Eyaculación precoz: cinco consejos para su pareja

La pareja se ve afectada por la eyaculación precoz en función de la importancia que le den a la sexualidad y la penetración. Hay que tener en cuenta que la rapidez en la eyaculación de los primates aumenta la posibilidad de reproducción, lo que supone un logro evolutivo. Sin embargo, hoy lo vemos como un problema porque el tiempo de coito se ha vuelto importante.

Esto es algo que choca con los datos, ya que el 85 por ciento de las mujeres no logran nunca el orgasmo con la penetración, independientemente del tiempo que reciba estímulos, mientras que el cien por cien sí lo consigue con el estímulo del clítoris.

Problemas que sufren algunas parejas por la eyaculación precoz

En la realidad, algunas mujeres no tienen problema con esta eyaculación precoz, ya que lo que realmente les gusta es el estímulo del clítoris. Otras, en cambio, pueden sufrir una gran insatisfacción, pues sus expectativas sexuales no se cumplen. En estos últimos casos, el inconveniente en la cama puede derivar en problemas fuera de la relación sexual y de incomunicación.  Algunas parejas llegan a evitar los encuentros sexuales para no enfrentarse a la situación.
Para no llegar a este punto hay una serie de consejos para la pareja:

1) Hablar del problema

La comunicación es muy buena para todo lo relacionado con la vida en pareja.  Es bueno que la pareja lo hable, pero también que escuchen.

A muchos hombres les entra en la cabeza que padecen una eyaculación precoz y que esta es la causa de todos los males de la pareja. Ellas están hartas de decirles que no les importa, que solventar la eyaculación precoz no va a resolver la falta de afecto que él demuestra, la escasa implicación doméstica o la falta de atención a los hijos.

2) No echar la culpa

La comprensión y diálogo son claves, aunque se reconoce que no hay una única forma para abordar el tema. Lo que tiene claro es que nunca hay que echar la culpa al hombre. No acusarlo de falta de interés en darle placer a ella o no generarle más angustia o ansiedad con comentarios sobre relaciones anteriores en las que sí disfrutaba.

3) No restarle importancia al problema

Hay que tener en cuenta que son muchísimos los hombres que ni se plantean acudir a un profesional. Pero, cualquier intento de quitarle importancia, o hacer algunas maniobras sexuales que traten de ayudarlo solo generan más ansiedad en ellos, lo que empeora la eyaculación precoz.

4) Dedicarle más tiempo a las muestras de cariño previas

También puede ayudar que la pareja dedique más tiempo a las muestras de cariño y los preliminares iniciales, y es que, se ha visto que las parejas que van más directas a la penetración suelen sufrir más problemas. Por el contrario, aquellas que dedican más tiempo a los preliminares disfrutan más. A la hora de solventar los problemas de eyaculación precoz, en el último caso el tratamiento es más fácil y rápido.

5) Buscar ayuda profesional

Se debe insistir en que busque ayuda profesional. Los hombres son más tímidos de lo que la mayoría cree cuando se refiere a cuestiones que él considera que disminuyen su virilidad.