Múltiples
pueden ser las causas, por lo que podemos clasificarlas en:
1.-
Causas de origen orgánico:
a) Enfermedades del corazón y de las arterias, que van a hacer que la
sangre llegue con más dificultad al pene. Así, sabemos que la hipertensión arterial, incluso algunos
de los medicamentos que sirven para tratarla, pueden originar un problema de
disfunción eréctil. Aquí también podemos incluir al tabaco, como agente perjudicial para las arterias, pues en el
momento en que se está fumando, se produce ya una contracción de las mismas.
Con el tiempo, será un factor decisivo para la formación de la arteriosclerosis (placas de ateroma en
las paredes internas de las arterias, que van a disminuir su luz, y por lo
tanto el flujo de sangre). Se estima que tienen un 50% más de riesgo, de
padecer disfunción sexual, que los no fumadores.
b)Traumatismos, Cirugía y Radioterapia, sobre el suelo pélvico, ya
que pueden afectar a los nervios que intervienen en el proceso de la erección.
Varones con cáncer de próstata tratados con radioterapia, tendrán disfunción
eréctil entre un 50% y 80% (30% al 50% en la Braquiterapia o radioterapia interna). Hoy en día, los tumores
prostáticos tratados mediante cirugía laparoscópica y robótica, pueden permitir
conservar la erección, al realizarse una preservación selectiva de los nervios
que intervienen en dicho proceso. En la cirugía abierta clásica, los nervios
erectores son muy difíciles de respetar, debido a su pequeño tamaño, por lo que
la disfunción eréctil aparece prácticamente en la totalidad de los casos.
En la cirugía de la Hiperplasia Benigna de Próstata,
cuando se realiza vía abierta, la frecuencia de disfunción eréctil puede
alcanzar el 16%, frente a un 10% de la resección transuretral –a través de la
uretra-. Cuando la cirugía es la Fotovaporización
prostática con técnica Láser
Verde, la presencia de disfunción eréctil se minimiza, hasta el punto
de no haber diferencias estadísticamente significativas entre antes y después
de la cirugía.
También es frecuente en la
cirugía abdominal de aorta (aneurismas), y en la cirugía colorrectal.
c)Enfermedades endocrinas, como puede ser la Diabetes. Se considera que, entre un 40% y un 90% de los diabéticos
mal controlados presentan disfunción eréctil (multiplica por tres el riesgo de
padecerla). En ocasiones, ésta es el primer síntoma de la diabetes mellitus.
La disfunción eréctil debe ser
considerada como síntoma centinela
de la enfermedad cardiovascular,
pues asociada a la diabetes multiplica por 14 el riesgo de sufrir enfermedad
coronaria.
Excesos de colesterol en sangre
(hipercolesterolemia) y de
triglicéridos (hipertrigliceridemia),
pueden favorecer también la presentación de arteriosclerosis, que como ya hemos
visto, nos va a disminuir el flujo de sangre arterial al pene.
En este apartado, tendremos que incluir
a las alteraciones hormonales, entre ellas, la disminución de testosterona, que es la hormona
masculina por excelencia, y cuyo déficit origina una entidad clínica conocida
como andropenia, andropausia o menopausia masculina, o hipogonadismo de inicio
tardío, como actualmente se la denomina.
Teniendo en cuenta que la erección es un
mecanismo vascular, los niveles bajos de testosterona
podrían favorecer la aparición de disfunción eréctil de origen vascular. Por
otra parte, se ha observado una importante asociación entre las erecciones
nocturnas y la testosterona, mientras que la relación entre los niveles de
testosterona y la capacidad para obtener una erección suficiente para la
penetración es más débil.
Se ha descrito la existencia de
disfunción eréctil hasta en un 80% de los varones con alteración de la función
del tiroides, tanto por exceso –hipertiroidismo- (que también se relaciona con
la eyaculación precoz), como por defecto –hipotiroidismo-.
d) Enfermedades Neurológicas: entre ellas se encuentran el Parkinson (hasta en un 50%), la
esclerosis múltiple (llega incluso al 70%), la demencia senil, el Alzheimer, la
depresión, las hernias discales de localización lumbosacra, etc.
a) Otros trastornos: uno
de ellos puede ser la aparición de
placas
de fibrosis en el pene, que van ocasionar incurvación del miembro en el momento de la erección, e incluso impotencia.
Esta enfermedad, es conocida como Peyronie,
en honor del médico francés que la describió, y de momento desconocemos a qué
es debida, pero se sabe que afecta al 4% de los hombres alemanes de más de 50
años, y al 7% de los varones italianos que acuden al médico de cabecera, por
cualquier causa.
El síndrome de apnea-sueño se asocia en un 48% con impotencia. La
desaparición de las erecciones nocturnas, evitan la oxigenación del tejido
eréctil, y se considera un factor de mal pronóstico.
El ciclismo practicado de forma intensiva, favorece la disfunción
eréctil, motivada por la compresión crónica de nervios, venas y arterias de la
zona perineal y genital.
2.-
Causas de origen psicológico: ansiedad y stress, especialmente en este
mundo tan competitivo, no podemos decir que sean factores que faciliten las
relaciones sexuales, sino todo lo contrario; son, sin lugar a dudas, factores
que van a bloquear el mecanismo de la erección. Posteriormente, el miedo a
“fallar”, va a reiterar este bloqueo, y aumentará o perpetuará la ansiedad; será
la “pescadilla que se muerde la cola”. Y sin embargo, una sexualidad vivida en
armonía, entra dentro del concepto de calidad de vida.
3.-
Causas de origen tóxico: como puede ser el tabaco. Según un estudio
británico, alrededor de 120.000 ingleses entre 30 y 50 años, sufren problemas
de erección, relacionados con el consumo de tabaco. El tabaco multiplica por
dos la posibilidad de presentar disfunción eréctil, moderada o completa. Un
meta-análisis realizado en 2001, demostró una prevalencia –número total de
casos- de fumadores, de un 40% entre los casos de disfunción eréctil, respecto
al 28% de la población general. Por lo tanto, los hombres que quieran disfrutar
de su vida sexual, deberían evitar encender un cigarrillo, sabiendo que el
tabaco es el origen de numerosos casos de impotencia.
El
alcoholismo crónico también puede ocasionar impotencia, al alterar la
función del hígado, con lo que se aumentan los niveles en sangre de estrógenos
– hormonas sexuales femeninas - y, se disminuye la testosterona – hormona
sexual masculina -. También puede producir alteraciones en los nervios periféricos,
como los que van al pene y, afectar incluso a los testículos.
La encuesta SOFRES/Upjohn,
realizada en 1994, vino a decir, que los tres primeros factores que influyen en
la aparición de la disfunción eréctil son: un problema afectivo con la pareja
(23%); problemas de salud (21%); y problemas laborales (16%).
http://www.bubok.es/libros/236737/Urologia-para-la-pareja-Lo-que-toda-pareja-quisiera-que-le-explicara-su-urologo