sábado, 18 de octubre de 2014

Liquen escleroso de pene

El liquen escleroso es una dermatosis crónica caracterizada por la presencia de placas blancas atróficas bien definidas, que afecta fundamentalmente a la piel de la región anogenital de ambos sexos. Su prevalencia –número de casos-, se estima en 1 de cada 300 a 1000 individuos, siendo más frecuente en mujeres (en una proporción de 10/1), y se da, de forma preferente, en la franja de edad de los 40 a 60 años.

En el varón afecta con más frecuencia al glande y la superficie interna del prepucio. En algunos casos puede afectar al meato uretral –el orificio por donde la orina sale al exterior-, y la uretra.

En los pacientes no circuncidados, con el tiempo, la piel de la placa se atrofia y se forma una banda escleroatrófica, compresiva, a 1-2 centímetros del extremo distal del prepucio. Cuando el proceso escleroatrófico progresa, el prepucio engrosado queda fijo y no puede retraerse, originando un anillo de fimosis. En esta fase, al liquen escleroso también lo denominamos balanitis xerótica obliterante.

Aunque se desconoce su causa de origen –etiología-, está descrita la asociación con otras afecciones de carácter autoinmunitario, como el vitíligo, lupus eritematoso, tiroiditis de Hashimoto, alopecia areata, etc.


El tratamiento suele ser a base de pomada de corticoide (propionato de clobetasol), o cirugía (circuncisión).

sábado, 4 de octubre de 2014

¿A qué es debida la Disfunción Eréctil?

Múltiples pueden ser las causas, por lo que podemos clasificarlas en:
1.- Causas de origen orgánico:
a) Enfermedades del corazón y de las arterias, que van a hacer que la sangre llegue con más dificultad al pene. Así, sabemos que la hipertensión arterial, incluso algunos de los medicamentos que sirven para tratarla, pueden originar un problema de disfunción eréctil. Aquí también podemos incluir al tabaco, como agente perjudicial para las arterias, pues en el momento en que se está fumando, se produce ya una contracción de las mismas. Con el tiempo, será un factor decisivo para la formación de la arteriosclerosis (placas de ateroma en las paredes internas de las arterias, que van a disminuir su luz, y por lo tanto el flujo de sangre). Se estima que tienen un 50% más de riesgo, de padecer disfunción sexual, que los no fumadores.

b)Traumatismos, Cirugía y Radioterapia, sobre el suelo pélvico, ya que pueden afectar a los nervios que intervienen en el proceso de la erección. Varones con cáncer de próstata tratados con radioterapia, tendrán disfunción eréctil entre un 50% y 80% (30% al 50% en la Braquiterapia o radioterapia interna). Hoy en día, los tumores prostáticos tratados mediante cirugía laparoscópica y robótica, pueden permitir conservar la erección, al realizarse una preservación selectiva de los nervios que intervienen en dicho proceso. En la cirugía abierta clásica, los nervios erectores son muy difíciles de respetar, debido a su pequeño tamaño, por lo que la disfunción eréctil aparece prácticamente en la totalidad de los casos.

En la cirugía de la Hiperplasia Benigna de Próstata, cuando se realiza vía abierta, la frecuencia de disfunción eréctil puede alcanzar el 16%, frente a un 10% de la resección transuretral –a través de la uretra-. Cuando la cirugía es la Fotovaporización prostática con técnica Láser Verde, la presencia de disfunción eréctil se minimiza, hasta el punto de no haber diferencias estadísticamente significativas entre antes y después de la cirugía.

También es frecuente en la cirugía abdominal de aorta (aneurismas), y en la cirugía colorrectal.

c)Enfermedades endocrinas, como puede ser la Diabetes. Se considera que, entre un 40% y un 90% de los diabéticos mal controlados presentan disfunción eréctil (multiplica por tres el riesgo de padecerla). En ocasiones, ésta es el primer síntoma de la diabetes mellitus.

La disfunción eréctil debe ser considerada como síntoma centinela de la enfermedad cardiovascular, pues asociada a la diabetes multiplica por 14 el riesgo de sufrir enfermedad coronaria.

Excesos de colesterol en sangre (hipercolesterolemia) y de triglicéridos (hipertrigliceridemia), pueden favorecer también la presentación de arteriosclerosis, que como ya hemos visto, nos va a disminuir el flujo de sangre arterial al pene.

        En este apartado, tendremos que incluir a las alteraciones hormonales, entre ellas, la disminución de testosterona, que es la hormona masculina por excelencia, y cuyo déficit origina una entidad clínica conocida como andropenia, andropausia o menopausia masculina, o hipogonadismo de inicio tardío, como actualmente se la denomina.

        Teniendo en cuenta que la erección es un mecanismo vascular, los niveles bajos de testosterona podrían favorecer la aparición de disfunción eréctil de origen vascular. Por otra parte, se ha observado una importante asociación entre las erecciones nocturnas y la testosterona, mientras que la relación entre los niveles de testosterona y la capacidad para obtener una erección suficiente para la penetración es más débil.

        Se ha descrito la existencia de disfunción eréctil hasta en un 80% de los varones con alteración de la función del tiroides, tanto por exceso –hipertiroidismo- (que también se relaciona con la eyaculación precoz), como por defecto –hipotiroidismo-.

       
d) Enfermedades Neurológicas: entre ellas se encuentran el       Parkinson (hasta en un 50%), la esclerosis múltiple (llega incluso al 70%), la demencia senil, el Alzheimer, la depresión, las hernias discales de localización lumbosacra, etc.

a)   Otros trastornos: uno de ellos puede ser la aparición de
placas de fibrosis en el pene, que van ocasionar incurvación del miembro en el momento de la erección, e incluso impotencia. Esta enfermedad, es conocida como Peyronie, en honor del médico francés que la describió, y de momento desconocemos a qué es debida, pero se sabe que afecta al 4% de los hombres alemanes de más de 50 años, y al 7% de los varones italianos que acuden al médico de cabecera, por cualquier causa.

El síndrome de apnea-sueño se asocia en un 48% con impotencia. La desaparición de las erecciones nocturnas, evitan la oxigenación del tejido eréctil, y se considera un factor de mal pronóstico.

El ciclismo practicado de forma intensiva, favorece la disfunción eréctil, motivada por la compresión crónica de nervios, venas y arterias de la zona perineal y genital.

2.- Causas de origen psicológico: ansiedad y stress, especialmente en este mundo tan competitivo, no podemos decir que sean factores que faciliten las relaciones sexuales, sino todo lo contrario; son, sin lugar a dudas, factores que van a bloquear el mecanismo de la erección. Posteriormente, el miedo a “fallar”, va a reiterar este bloqueo, y aumentará o perpetuará la ansiedad; será la “pescadilla que se muerde la cola”. Y sin embargo, una sexualidad vivida en armonía, entra dentro del concepto de calidad de vida.

3.- Causas de origen tóxico: como puede ser el tabaco.  Según un estudio británico, alrededor de 120.000 ingleses entre 30 y 50 años, sufren problemas de erección, relacionados con el consumo de tabaco. El tabaco multiplica por dos la posibilidad de presentar disfunción eréctil, moderada o completa. Un meta-análisis realizado en 2001, demostró una prevalencia –número total de casos- de fumadores, de un 40% entre los casos de disfunción eréctil, respecto al 28% de la población general. Por lo tanto, los hombres que quieran disfrutar de su vida sexual, deberían evitar encender un cigarrillo, sabiendo que el tabaco es el origen de numerosos casos de impotencia.

El alcoholismo crónico también puede ocasionar impotencia, al alterar la función del hígado, con lo que se aumentan los niveles en sangre de estrógenos – hormonas sexuales femeninas - y, se disminuye la testosterona – hormona sexual masculina -. También puede producir alteraciones en los nervios periféricos, como los que van al pene y, afectar incluso a los testículos.

La encuesta SOFRES/Upjohn, realizada en 1994, vino a decir, que los tres primeros factores que influyen en la aparición de la disfunción eréctil son: un problema afectivo con la pareja (23%); problemas de salud (21%); y problemas laborales (16%).
 
http://www.bubok.es/libros/236737/Urologia-para-la-pareja-Lo-que-toda-pareja-quisiera-que-le-explicara-su-urologo


Vasectomía sin bisturí: nociones básicas

Se trata de una técnica quirúrgica especial, en la que se utilizan dos pinzas diseñadas por un médico chino (Dr. Shunquiang Li), que evitan realizar incisión -corte en la piel-, no precisando posteriormente dar puntos. Además de estas ventajas, al no haber corte no hay prácticamente sangrado; incluso se precisa menos anestesia y, el postoperatorio es mucho más “llevadero” (10 veces menos frecuencia de complicaciones).

        Esta técnica fue introducida en Occidente por el Dr. Marc Goldstein, en 1985. En la actualidad, es el procedimiento de elección por la American Urological Association.

¿Es efectiva?

        En líneas generales se habla de una efectividad del 99%.
Existe una remota posibilidad de repermeabilización espontánea de los deferentes.

¿Es reversible?


        Aunque el procedimiento se realiza, con la finalidad de que sea un método anticonceptivo definitivo, bien es cierto, que puede ser reversible, mediante otra técnica quirúrgica más compleja, con microcirugía, como es la Vaso-vasostomía, o unión de los dos cabos de los deferentes. En el 80-90% de los varones a quienes se revierte la vasectomía, habrá espermatozoides en el semen, pero sólo el 30-40% logrará el embarazo deseado. La explicación a este hecho, es que tras la vasectomía se producen anticuerpos contra los propios espermatozoides.

http://www.bubok.es/libros/236737/Urologia-para-la-pareja-Lo-que-toda-pareja-quisiera-que-le-explicara-su-urologo

¿Qué entendemos por Criptorquidia?

También conocida como maldescenso testicular, es la anomalía más frecuente del tracto genitourinario en niños (1%). En prematuros menores de 30 semanas, esta cifra puede llegar incluso al 30%.

        Es más frecuente en el lado derecho (70%), y puede ser bilateral entre un 10 y 20% de los casos. En un 3% es debido a que no existe testículo.

        Existen dos grandes grupos de maldescenso testicular:

a)   Testículo no palpable: no se encuentra el testículo, bien porque no existe o porque es inaccesible a la palpación por estar en el abdomen (conocido como testículo intraabdominal).

b)  Testículo palpable: se evidencia el testículo, pero está fuera del escroto (que es su correcta ubicación). Dentro de este gran grupo los podemos a su vez clasificar en:

·        Testículo no descendido palpable: situado en el trayecto normal de descenso testicular, pero sin lograr hacerlo, o que si lo hace, al soltarlo, vuelve a subir inmediatamente.
·        Testículo ectópico: se encuentra fuera de la bolsa escrotal y del trayecto normal de descenso testicular.
·        Testículo retráctil (o en “ascensor”): de localización inguinal que, con maniobras manuales, se puede llegar a descender, pero que nuevamente, tras un reflejo cremastérico (músculo del escroto), puede volver a ascender.
·        Testículo ascendido: es el testículo que estuvo en el escroto en los primeros años de vida, y que, posteriormente, ascendió al canal inguinal.


jueves, 2 de octubre de 2014

Nociones elementales en el tratamiento del cáncer de próstata

El tratamiento puede hacerse por varias técnicas como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, o bien la hormonoterapia, o bien una combinación de todas. La edad y el estado de salud general del afectado, tanto como el alcance de la diseminación, la apariencia de los tejidos examinados y la respuesta al tratamiento inicial, son vitales en la determinación del resultado terapéutico.
 
Si el cáncer no provoca ningún síntoma, crece lentamente y está  confinado en un área reducida de la próstata, se recomienda mantener una conducta expectante. Este tipo de tratamiento, en que no se trata,  se reserva a personas mayores de 80 años. Debido a que el cáncer de próstata a menudo crece muy despacio, si el paciente es mayor o padece otras enfermedades graves, no es necesario tratarlo.
 
El cáncer va a ser observado y monitorizado. Normalmente se realizan mediciones del PSA en sangre y un tacto rectal cada seis meses, posiblemente con biopsia guiada por ecografía anualmente. Si el paciente desarrolla cualquier síntoma o el cáncer crece más rápidamente, se tiene que considerar pasar a un tratamiento activo.
 
La prostatectomía radical es la cirugía que se realiza para curar el cáncer de próstata en personas menores de 70 años. Se aconseja cuando el cáncer de próstata no ha sobrepasado los límites de la glándula prostática En esta operación, el urólogo trata de curar extirpando la glándula prostática más los tejidos periféricos. La técnica utilizada es la laparotomía aunque desde hace unos 10 años se practica por igual la laparoscopia, menos invasora e igual de efectiva. Una novedad con buenos resultados es el uso del robot Da Vinci, ya que evita complicaciones como el sangrado, incontinencia e impotencia.
 
La radioterapia usa radiación de alta energía o partículas para eliminar células cancerosas. La radiación trata el cáncer de bajo grado que está confinado en la próstata o que sólo ha invadido tejido vecino. Si la enfermedad está más avanzada, la radiación sirve para reducir el tamaño del tumor y proporcionar alivio de los síntomas. Esta técnica se usa en pacientes a los que no se aconseja la cirugía o bien esta no da el resultado esperado.
 
La braquiterapia, es una forma de tratamiento mediante radioterapia en la cual se colocan las fuentes de radiación que emite el medicamento en el interior del tumor de la zona a tratar. Tiene una gran ventaja, que las radiaciones que curan un cáncer habitualmente vienen desde afuera y tienen que atravesar tejidos para llegar al sitio que han de tratar, en cambio de esta forma ya no se irradian estos tejidos porque lo tenemos desde dentro las radiaciones. Es un tratamiento teledirigido al sitio dónde interesa
 
La crioterapia, o cirugía de criogenización,  utiliza la congelación de las células mediante una sonda metálica para tratar esa próstata afectada. Esta  sonda se introduce en la próstata a través de una incisión en la piel del periné guiada por ecógrafo a través del recto.  Precisa anestesia epidural o general durante este procedimiento.
 
La criocirugía es poco agresiva, presenta una menor pérdida de sangre, una corta hospitalización, un corto periodo de recuperación y menos dolor que la prostatectomía radical. Pero se conoce mucho menos la efectividad de esta técnica a largo plazo.
 
Otro tratamiento y aprobado y con gran proyección es la tecnología “hifu” para tratar el cáncer localizado de próstata, y que mediante ultrasonidos focalizados de alta intensidad (en inglés "HIFU") libera energía a partir de una sonda endorrectal. Estas ondas viajan a través de las paredes del recto sin dañarlo y se centran y atacan la próstata. Esta focalización produce un calentamiento intenso e instantáneo que provoca la destrucción irreversible de la zona seleccionada, sin dañar los tejidos circundantes. El tratamiento, puede llevarse a cabo bajo anestesia epidural.
 
Además, existe la posibilidad de recurrir a terapias como la del bloqueo hormonal andrógeno, que consiste en  eliminar o reducir la producción de hormonas masculinas con gran incidencia sobre la próstata como es la testosterona, y por tanto puede ser útil tanto en fases precoces como avanzadas como técnica o terapia complementaria a otros tratamientos. Generalmente se utiliza en varones de más de 80 años, o en casos avanzados donde otras técnicas se quedan cortas.
 
Algunas veces se recurre a quimioterapia si el cáncer de próstata ha progresado y se ha  extendido fuera de la glándula prostática y el tratamiento hormonal no hace efecto. En la “quimioterapia sistémica” se administran fármacos por vía intravenosa o vía oral, que  entran en el torrente sanguíneo y alcanzan todas las partes del cuerpo, haciendo que este tratamiento sea eficaz en los cánceres con metástasis pero que igualmente genera diversos efectos secundarios al atacar también células sanas. La quimioterapia no está indicada como tratamiento en caso de un cáncer de próstata incipiente.
 
Igualmente importante son los tratamientos encaminados a reducir los dolores, mejorar la calidad de vida y atender los síntomas de mala salud de los pacientes con cáncer de próstata. Para ello hay productos clínicos o farmacológicos diseñados para esta enfermedad u otras afines, como son los analgésicos derivados de los opiáceos, que mitigan el dolor y no tiene por que resultar adictivos. Después hay un principio activo basado en el ácido zoledrónico que tiene por finalidad controlar, mitigar y evitar la metástasis ósea, cosa que también puede hacerse mediante el uso de esteroides como la dexametasona y otras, que alivian el dolor de huesos.