Dieta mediterránea y orgasmos periódicos combaten las enfermedades
cardiovasculares
En España y en la mayoría de los
países mediterráneos, las enfermedades cardiovasculares representan la primera
causa de mortalidad (32% del total de fallecimientos anuales) y, la segunda
causa de años potenciales de vida perdidos, después del cáncer.
Por otra
parte, hay un importante número de casos que se pueden prevenir, simplemente
modificando los aspectos de estilo de vida, tales como el tabaco, el ejercicio
físico, y el control del peso y de la dieta.
Con el “Estudio de los siete países”, realizado
en 1986, se pusieron de manifiesto los beneficios saludables de la dieta
mediterránea. Tras un seguimiento de quince años, en USA, Finlandia, Grecia,
Holanda, Italia, Japón y Yugoslavia, donde se incluyeron 11.579 varones sanos,
se observó una menor tasa de mortalidad global y cardiovascular, entre los
países mediterráneos.
En otro
estudio (PREDIMED), esta vez
realizado en España en 2006, sobre pacientes de ambos sexos, con alto riesgo
cardiovascular, se compararon dos tipos de dietas mediterráneas (suplementadas
con aceite de oliva o, con frutos secos), frente a la dieta pobre en grasa.
¿Resultados? Pues que a los 3 meses, ambos grupos de dieta mediterránea
presentaban un mejor perfil lipídico (colesterol y triglicéridos), menores
registros de tensión arterial, menor resistencia a la insulina (y por lo tanto,
menor posibilidad de padecer diabetes), y mejoría en la función endotelial
(pared interna) de las arterias. Quedaba por tanto demostrado hasta la
saciedad, que la dieta mediterránea es importantísima en la salud
cardiovascular.
Hasta aquí
todo claro respecto a las dietas; pero actualmente sabemos algo más, respecto a
qué es beneficioso para evitar las enfermedades del corazón y las arterias. ¿Y
qué es?, se preguntarán ustedes con relativa ansiedad; pues mantener relaciones
sexuales: tener un orgasmo periódicamente (dos a tres veces por semana), ya que
libera endorfinas, que hacen que uno se sienta emocionalmente mejor.
Pero además,
uno de los factores que afecta más negativamente a la salud cardiovascular es
el sedentarismo. Pues bien: las relaciones sexuales, son un ejercicio físico,
que prepara al corazón para situaciones de estrés, haciendo que las arterias
coronarias (las que nutren el corazón) se dilaten, logrando que el rendimiento
energético del músculo cardíaco sea mejor y, disminuyendo a su vez, las
enfermedades por causa isquémica (disminución en el riego sanguíneo).
También
conocemos, que algunos casos de disfunción eréctil (impotencia), son un síntoma
premonitorio de falta de riego sanguíneo, por afectación de las arterias de
calibre más pequeño, pero no sólo del pene, sino de la circulación general,
incluidas las arterias coronarias. Y es que en
muchas ocasiones, se asocia a hipertensión arterial, diabetes, y/o
aumento de las cifras de colesterol y triglicéridos en sangre.
Lo dicho: todo
un poco pero con moderación, pues los excesos, sea de la causa que sean,
también pasan factura.
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