Hacia la Medicina del
futuro
El modo de
ejercer la Medicina está cambiando de manera notoria en los últimos tiempos. El
médico comprueba que el paciente ya no es el mismo de antes; ahora, ya es
usuario, e incluso, cliente. Y exige, porque se le ha convencido de que es él,
quien con sus alcabalas sostiene el complejo engranaje sanitario.
Desde
Hipócrates (siglo IV a. de C.) se viene defendiendo que la Medicina tiene un
triple objetivo: curar la enfermedad; si no es posible curar, al menos, aliviar
el sufrimiento; y, en todo caso, consolar al enfermo.
Hoy en día
podríamos diferenciar el tipo de Medicina que se aplica al
usuario/cliente/paciente, en varios modelos que paso a describir:
a) Modelo paternalista: en el que el médico (padre) busca lo mejor para el enfermo (hijo), e
instaura el tratamiento que más oportuno le parece, sin consultar con el
paciente; y éste, en la confianza de que su médico le va ofrecer lo mejor, dada
su vasta sabiduría, aceptará las indicaciones médicas sin ningún tipo de
cuestionamiento.
b) Modelo centrado en la
tecnología: en el que tanto el médico como el enfermo
consensuarán los métodos diagnósticos y
el tratamiento a aplicar. En este modelo el paciente/usuario/cliente tiene
derecho a la información, y firmará los consentimientos que sean precisos,
antes de embarcarse en la realización de pruebas diagnósticas y posteriores
tratamientos.
En ocasiones, el individuo, viéndose disminuido por la enfermedad, por
la preocupación, por el miedo, solo tiene un objetivo: ser atendido, ser
curado; en una palabra: ser amparado. Y, ante este objetivo final, lo demás no
cuenta.
c)
Modelo participativo o Medicina del futuro: la Medicina camina hacia un modelo que no girará en torno al médico,
ni tampoco alrededor de la tecnología, sino que estará centrada en la persona
enferma. Este modelo defiende a ultranza la implicación activa del paciente en
la toma de decisiones acerca de su enfermedad. El equipo sanitario estará
compuesto por el paciente/usuario/cliente, corresponsable de su curación y
comprometido con todo el proceso diagnóstico y terapéutico; por el equipo de
profesionales de la salud; y, fundamental, por las redes sociales que
informarán y darán apoyo (esto último ya lo estamos viendo en la actualidad).
En resumen, la Medicina del futuro tendrá
una visión integral (biológica-psicológica-social) del usuario/cliente. Se
personalizará la atención: se atenderá al enfermo en su conjunto, no a la
enfermedad. Y, por último, y no menos importante, el paciente/usuario/cliente
participará en su curación, dejando de ser un sujeto pasivo en el proceso
sanitario. El médico dejará de ser paternalista, para ser el adalid que
participará de forma colegiada en la curación de su enfermo.
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