domingo, 10 de agosto de 2014

Hacia la Medicina del futuro

Hacia la Medicina del futuro

El modo de ejercer la Medicina está cambiando de manera notoria en los últimos tiempos. El médico comprueba que el paciente ya no es el mismo de antes; ahora, ya es usuario, e incluso, cliente. Y exige, porque se le ha convencido de que es él, quien con sus alcabalas sostiene el complejo engranaje sanitario.

Desde Hipócrates (siglo IV a. de C.) se viene defendiendo que la Medicina tiene un triple objetivo: curar la enfermedad; si no es posible curar, al menos, aliviar el sufrimiento; y, en todo caso, consolar al enfermo.

Hoy en día podríamos diferenciar el tipo de Medicina que se aplica al usuario/cliente/paciente, en varios modelos que paso a describir:

a)  Modelo paternalista: en el que el médico (padre) busca lo mejor para el enfermo (hijo), e instaura el tratamiento que más oportuno le parece, sin consultar con el paciente; y éste, en la confianza de que su médico le va ofrecer lo mejor, dada su vasta sabiduría, aceptará las indicaciones médicas sin ningún tipo de cuestionamiento.

b)  Modelo centrado en la tecnología: en el que tanto el médico como el enfermo consensuarán los métodos diagnósticos  y el tratamiento a aplicar. En este modelo el paciente/usuario/cliente tiene derecho a la información, y firmará los consentimientos que sean precisos, antes de embarcarse en la realización de pruebas diagnósticas y posteriores tratamientos.

En ocasiones, el individuo, viéndose disminuido por la enfermedad, por la preocupación, por el miedo, solo tiene un objetivo: ser atendido, ser curado; en una palabra: ser amparado. Y, ante este objetivo final, lo demás no cuenta.

c)   Modelo participativo o Medicina del futuro: la Medicina camina hacia un modelo que no girará en torno al médico, ni tampoco alrededor de la tecnología, sino que estará centrada en la persona enferma. Este modelo defiende a ultranza la implicación activa del paciente en la toma de decisiones acerca de su enfermedad. El equipo sanitario estará compuesto por el paciente/usuario/cliente, corresponsable de su curación y comprometido con todo el proceso diagnóstico y terapéutico; por el equipo de profesionales de la salud; y, fundamental, por las redes sociales que informarán y darán apoyo (esto último ya lo estamos viendo en la actualidad).


En resumen, la Medicina del futuro tendrá una visión integral (biológica-psicológica-social) del usuario/cliente. Se personalizará la atención: se atenderá al enfermo en su conjunto, no a la enfermedad. Y, por último, y no menos importante, el paciente/usuario/cliente participará en su curación, dejando de ser un sujeto pasivo en el proceso sanitario. El médico dejará de ser paternalista, para ser el adalid que participará de forma colegiada en la curación de su enfermo.

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