sábado, 28 de febrero de 2015

¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata?

A partir de los 50 años, de manera anual, se recomienda realizar un chequeo urológico con independencia de la presencia o no de síntomas miccionales.

- Determinación de PSA (Antígeno Prostático Específico): el nivel de PSA nos informa del riesgo de padecer un cáncer de próstata. El PSA se relaciona con la edad y el tamaño de la próstata. Los valores elevados de PSA (> 4 ng/ml) no implican necesariamente la presencia de tumor, sino de una mayor posibilidad.
- Exploración rectal: se valorará el tamaño, consistencia y forma de la próstata.
- Ecografía Urológica abdominal o Transrectal: valorando los riñones, vejiga y próstata).

En el caso de encontrarse niveles sanguíneos de PSA elevados (>4 ng/ml), en relación con tamaño y edad, se recomienda realizar una Biopsia de Próstata para confirmar o descartar la presencia de tumor, ya que el PSA puede elevarse también en procesos benignos tanto inflamatorios como infecciosos.

PCA3
En los últimos años se ha desarrollado un nuevo test mucho mas especifico del cáncer de próstata que el PSA. Las biopsias realizadas a varones por presentar PSA >4ng/ml presentan un alto porcentaje de resultados negativos en (80% entre 4-8ng/ml).

EL PCA3 es un gen especifico no solo de la próstata sino del cáncer, presenta una especificidad del 75% (comparado con el 35% del PSA). El PCA3 se determina en orina tras un masaje prostático.

¿En qué consiste la Biopsia de Próstata?
La Biopsia de próstata ecodirigida (BP) es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza con anestesia local y por vía transrectal. No requiere ingreso es un procedimiento ambulante y bien tolerado por el paciente.

Algunas posibles complicaciones son: la hematuria (sangre en la orina), siempre transitoria; sangrado rectal también leve y temporal; síntomas urinarios leves y hemospermia (presencia de sangre en el semen). En alguna ocasión puede
aparecer infección urinaria o fiebre e incluso septicemia.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Nociones fundamentales sobre el cáncer de vejiga

La vejiga es un órgano que se encuentra en la pelvis, es decir, en la parte inferior del abdomen. Su función es almacenar la orina que le llega desde los riñones, a través de un conducto llamado uréter y expulsarla al exterior a través de otro conducto llamado uretra.
El cáncer de vejiga es un tumor relativamente habitual. A nivel mundial, es el octavo tumor más frecuente. Sin embargo, como en muchos casos puede curarse, no está entre los tumores que más muertes causan.
La mayoría de estos tumores se diagnostican cuando no están avanzados y se pueden curar con un tratamiento relativamente poco agresivo, extirpándolos y en algunos casos administrando tratamiento complementario. Cuando el tumor está más avanzado, se suelen emplear técnicas más agresivas, para conseguir la curación. Si el tumor está extendido a otros órganos, la curación puede ser difícil o imposible y el objetivo del tratamiento puede ser paliativo, aunque incluso en estos casos los tratamientos de los que disponemos pueden mejorar la supervivencia y mejorar o retrasar los síntomas.

Presentación clínica del cáncer de próstata

En las primeras fases, cuando el tumor está limitado a la próstata, puede ser asintomático o acompañarse de síntomas obstructivos leves atribuibles a una hiperplasia benigna (disminución del calibre o interrupción del chorro de orina; aumento de la frecuencia de la micción, sobre todo nocturna; dificultad para orinar o escozor durante la micción).
Cuando los tumores son localmente avanzados se acompañan de síntomas obstructivos claros, además puede haber hematuria (sangre en la orina) o signos de infección (estos dos últimos son poco frecuentes).
Cuando se trata de tumores avanzados puede aparecer edema o hinchazón de piernas (debido al crecimiento de ganglios linfáticos regionales), dolores óseos (por extensión tumoral al hueso) e incluso debilidad o pérdida de fuerza en piernas (compresión de la médula espinal).