sábado, 4 de octubre de 2014

¿A qué es debida la Disfunción Eréctil?

Múltiples pueden ser las causas, por lo que podemos clasificarlas en:
1.- Causas de origen orgánico:
a) Enfermedades del corazón y de las arterias, que van a hacer que la sangre llegue con más dificultad al pene. Así, sabemos que la hipertensión arterial, incluso algunos de los medicamentos que sirven para tratarla, pueden originar un problema de disfunción eréctil. Aquí también podemos incluir al tabaco, como agente perjudicial para las arterias, pues en el momento en que se está fumando, se produce ya una contracción de las mismas. Con el tiempo, será un factor decisivo para la formación de la arteriosclerosis (placas de ateroma en las paredes internas de las arterias, que van a disminuir su luz, y por lo tanto el flujo de sangre). Se estima que tienen un 50% más de riesgo, de padecer disfunción sexual, que los no fumadores.

b)Traumatismos, Cirugía y Radioterapia, sobre el suelo pélvico, ya que pueden afectar a los nervios que intervienen en el proceso de la erección. Varones con cáncer de próstata tratados con radioterapia, tendrán disfunción eréctil entre un 50% y 80% (30% al 50% en la Braquiterapia o radioterapia interna). Hoy en día, los tumores prostáticos tratados mediante cirugía laparoscópica y robótica, pueden permitir conservar la erección, al realizarse una preservación selectiva de los nervios que intervienen en dicho proceso. En la cirugía abierta clásica, los nervios erectores son muy difíciles de respetar, debido a su pequeño tamaño, por lo que la disfunción eréctil aparece prácticamente en la totalidad de los casos.

En la cirugía de la Hiperplasia Benigna de Próstata, cuando se realiza vía abierta, la frecuencia de disfunción eréctil puede alcanzar el 16%, frente a un 10% de la resección transuretral –a través de la uretra-. Cuando la cirugía es la Fotovaporización prostática con técnica Láser Verde, la presencia de disfunción eréctil se minimiza, hasta el punto de no haber diferencias estadísticamente significativas entre antes y después de la cirugía.

También es frecuente en la cirugía abdominal de aorta (aneurismas), y en la cirugía colorrectal.

c)Enfermedades endocrinas, como puede ser la Diabetes. Se considera que, entre un 40% y un 90% de los diabéticos mal controlados presentan disfunción eréctil (multiplica por tres el riesgo de padecerla). En ocasiones, ésta es el primer síntoma de la diabetes mellitus.

La disfunción eréctil debe ser considerada como síntoma centinela de la enfermedad cardiovascular, pues asociada a la diabetes multiplica por 14 el riesgo de sufrir enfermedad coronaria.

Excesos de colesterol en sangre (hipercolesterolemia) y de triglicéridos (hipertrigliceridemia), pueden favorecer también la presentación de arteriosclerosis, que como ya hemos visto, nos va a disminuir el flujo de sangre arterial al pene.

        En este apartado, tendremos que incluir a las alteraciones hormonales, entre ellas, la disminución de testosterona, que es la hormona masculina por excelencia, y cuyo déficit origina una entidad clínica conocida como andropenia, andropausia o menopausia masculina, o hipogonadismo de inicio tardío, como actualmente se la denomina.

        Teniendo en cuenta que la erección es un mecanismo vascular, los niveles bajos de testosterona podrían favorecer la aparición de disfunción eréctil de origen vascular. Por otra parte, se ha observado una importante asociación entre las erecciones nocturnas y la testosterona, mientras que la relación entre los niveles de testosterona y la capacidad para obtener una erección suficiente para la penetración es más débil.

        Se ha descrito la existencia de disfunción eréctil hasta en un 80% de los varones con alteración de la función del tiroides, tanto por exceso –hipertiroidismo- (que también se relaciona con la eyaculación precoz), como por defecto –hipotiroidismo-.

       
d) Enfermedades Neurológicas: entre ellas se encuentran el       Parkinson (hasta en un 50%), la esclerosis múltiple (llega incluso al 70%), la demencia senil, el Alzheimer, la depresión, las hernias discales de localización lumbosacra, etc.

a)   Otros trastornos: uno de ellos puede ser la aparición de
placas de fibrosis en el pene, que van ocasionar incurvación del miembro en el momento de la erección, e incluso impotencia. Esta enfermedad, es conocida como Peyronie, en honor del médico francés que la describió, y de momento desconocemos a qué es debida, pero se sabe que afecta al 4% de los hombres alemanes de más de 50 años, y al 7% de los varones italianos que acuden al médico de cabecera, por cualquier causa.

El síndrome de apnea-sueño se asocia en un 48% con impotencia. La desaparición de las erecciones nocturnas, evitan la oxigenación del tejido eréctil, y se considera un factor de mal pronóstico.

El ciclismo practicado de forma intensiva, favorece la disfunción eréctil, motivada por la compresión crónica de nervios, venas y arterias de la zona perineal y genital.

2.- Causas de origen psicológico: ansiedad y stress, especialmente en este mundo tan competitivo, no podemos decir que sean factores que faciliten las relaciones sexuales, sino todo lo contrario; son, sin lugar a dudas, factores que van a bloquear el mecanismo de la erección. Posteriormente, el miedo a “fallar”, va a reiterar este bloqueo, y aumentará o perpetuará la ansiedad; será la “pescadilla que se muerde la cola”. Y sin embargo, una sexualidad vivida en armonía, entra dentro del concepto de calidad de vida.

3.- Causas de origen tóxico: como puede ser el tabaco.  Según un estudio británico, alrededor de 120.000 ingleses entre 30 y 50 años, sufren problemas de erección, relacionados con el consumo de tabaco. El tabaco multiplica por dos la posibilidad de presentar disfunción eréctil, moderada o completa. Un meta-análisis realizado en 2001, demostró una prevalencia –número total de casos- de fumadores, de un 40% entre los casos de disfunción eréctil, respecto al 28% de la población general. Por lo tanto, los hombres que quieran disfrutar de su vida sexual, deberían evitar encender un cigarrillo, sabiendo que el tabaco es el origen de numerosos casos de impotencia.

El alcoholismo crónico también puede ocasionar impotencia, al alterar la función del hígado, con lo que se aumentan los niveles en sangre de estrógenos – hormonas sexuales femeninas - y, se disminuye la testosterona – hormona sexual masculina -. También puede producir alteraciones en los nervios periféricos, como los que van al pene y, afectar incluso a los testículos.

La encuesta SOFRES/Upjohn, realizada en 1994, vino a decir, que los tres primeros factores que influyen en la aparición de la disfunción eréctil son: un problema afectivo con la pareja (23%); problemas de salud (21%); y problemas laborales (16%).
 
http://www.bubok.es/libros/236737/Urologia-para-la-pareja-Lo-que-toda-pareja-quisiera-que-le-explicara-su-urologo


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