La irrupción del PSA (sustancia específica de la
próstata) ha permitido un diagnóstico del tumor de próstata más temprano, lo
que permite, hoy en día, que dichos tumores sean diagnosticados en estadios
iniciales –localizados-; sin embargo, no existe, todavía, evidencia científica
al máximo nivel de que el diagnóstico precoz del cáncer de próstata sea capaz
de disminuir su mortalidad. Además, el 74% de las biopsias de próstata, con PSA
entre 4 y 10 ng/ml –se considera un PSA normal cuando está por debajo de 4
ng/ml-, son negativas a tumor (según el European
Randomized Study of Screening for Prostate Cancer, publicado en 2005).
El gen DD3 –abreviado como PCA3- fue descubierto en
1999 como un gen altamente hiperexpresado en el cáncer de próstata. La gran
diferencia con el PSA es que, su expresión fue 66 veces mayor en el 95% del
tejido de cáncer de próstata analizado, frente al tejido normal o a la
hiperplasia benigna de próstata.
Recientemente se ha publicado un metaanálisis, por
parte de la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria de Andalucía, en el
que se analizan una selección de 14 artículos médicos, acerca del PCA3,
reconociendo unos aceptables índices de validez diagnóstica para el uso en el
cáncer de próstata.
La determinación del PCA3 se realiza mediante la
recogida de una muestra de orina, tras haber sido realizado un masaje
prostático por parte del urólogo. Un cociente superior al punto de corte,
establecido en 35, se correlaciona con una mayor probabilidad de obtener una
biopsia de próstata positiva.
Se
estima, por lo tanto, que el uso del PCA3 proporciona una tasa de ahorro de
biopsias entre el 40 y 70% según la literatura médica. Ello nos permite
aconsejar al paciente con sospecha de cáncer de próstata, sobre la conveniencia
o no, de realizar una bio
No hay comentarios:
Publicar un comentario